Somos humanos no basura

No importa el color, la raza, la cultura, el idioma en fin todos estamos hechos del mismo material, ese material que siente; frio, calor, angustia, miedo, alegría, hambre, placer, tristeza, diversión. El ser humano tiene sentimientos y grandes y pequeños sienten lo mismo, pero este mundo de pobreza en ocasiones comete muchas injusticias.

Me refiero a la situación que se vive en el mundo; guerra, pobreza, ricos a costillas de los pobres, la naturaleza feroz y uno que otro accidente que por mínimo que sea, a veces puede causar la muerte.

Como lo fue para unos niños de Ecuador que residían en un albergue, pero estaban tan inquietos que las monjas los sacaron a la calle en son de castigo. Aquellos infantes pensaron descansar y dormir en la basura siendo lo más cómodo, para el momento. Jamás contaron con que el contenedor de la basura llegara a media noche y vaciara la basura de la ciudad, como consecuencia quedaron atrapados y de cinco niños sólo uno logro sobrevivir porque la basura le tapo hasta la mitad, pero sus amigos murieron asfixiados y sin oportunidad de pedir ayuda.

Aquella es una crónica radial hecha por el periodista (…) coordinador de Radio la Nueva F.M. llamada “muerte en la basura” con la que ganó un premio FNPI en 2004. Es clara, consecuente y detalladamente contada por el mismo y las fuentes principales, es decir tiene como eje central al niño que sobrevivió José Agustín Choto de 10 años quien habla en quechua, además entrevistó a los familiares de las victimas, a los responsables del albergue, pero como todo no es perfecta faltó entrevistar a los directivos de la basura de Ecuador.

Es una historia muy triste, se oye llorar a las madres aunque no se entiende lo que dicen por su lengua, pero es clara la forma de narrar del periodista quien lo lleva a crear escenas en la mente formando así la película de lo que allí sucedió víspera a la navidad de 2004, pero que para los niños el regalo era encontrarse con el niño Dios.

Y aunque en la vida existan personas que crean que los hombres no sufren, que los seres humanos somos de hierro o que pueden ser cualquier perro callejero, la vida es un regalo de Dios, pero así como respetamos la propia vida hay que respetar la vida de los demás.

Creatividad colombiana

Colombia es un país que tiene una cultura única, que no se puede esconder sino más bien resaltar porque sólo a nosotros los colombianos se nos ocurre hacer cultura de cosas que parecen no servir para nada, como los muñecos que hacen con la cascara de coco, la guadua que la utilizan para un montón de cosas en fin, cosas locas, pero divertidas, o como les parece el juego que se inventaron en Tunja Boyacá específicamente en Turmequé más conocido como la Chaza.

Algo que surgió de hombres campesinos, para matar el ocio, luego de ejercer el trabajo en el campo y que ahora es tan importante que hacen campeonatos y que lo juegan en la mayoría de ciudades de Colombia. Puede parecer raro tirar un acero que pesa entre 500 gr. Y 2 kl. El cual se lanza a cierta distancia, para que caiga en una caja que es de 90*90 rellena de arcilla fresca y en las que hay unas mechas, que al caer el tejo suena una explosión y eso es hacer un punto o por lo menos que caiga cerca de la mecha, para acumular puntos y ganar. Una competencia que puede ser individual o por equipos.

Es un juego autóctono muy divertido, para nuestros padres, tíos, abuelos hasta amigos y en las que pasan horas y horas entretenidos tomando una cerveza el mejor acompañante, por ello es que la industria cervecera es su máximo patrocinador.

Carlos Ricardo Orduz ganó a mejor emisión deportiva un premio Simón Bolívar 2007 por hacer este producto audiovisual que dura 9’13’’ llamado “El tejo, deporte nacional” emitido por Canal Capital el 19 de marzo de 2007. Para que se den cuenta que la Cultura también es noticia.

El periodismo el medio o ¡el miedo!

Decir la verdad en este país es jugarse la vida, arriesgarse a ver más allá de los hechos es clavarse una amenaza, así hemos perdido a muchos de los mejores periodistas en este mundo porque hablar de libertad de prensa no indica libertad sino más bien limitarse.

El periodista también debe manejar unos parámetros de los cuales no puede abusar, debe manejar bien la información, con buenas fuentes y argumentos y no siempre creer lo que diga el personaje, ya se sabe que cada quien habla según su conveniencia por ello existe la parte y la contraparte o mejor entendido en términos periodísticos la bipolaridad, el blanco y el negro.

Así como existen malos hay muy buenos periodistas que aún siguen haciendo buenos trabajos, no es que estén contados, sino que pocos se atreven a hablar con certeza. Hollman Morris es un excelente periodista que se ha jugados la vida por demostrarle a la gente la otra cara de lo que siempre vemos (periodismo de denuncia), así lo demuestra en su programa de Contra Vía. Se mete al lodo, se embarra e investiga más a fondo, eso es hacer buen periodismo no temer a hacer las cosas. Para él, el periodismo es una oportunidad de tener una aventura.

La Guerra en el Cauca es una crónica que Morris hizo cuando la guerrilla atacó Toribio-Cauca el 22 de abril de 2005. Llegó al lugar de los hechos con su equipo de trabajo, habló y certificó lo que allí sucedía un problema entre guerrilla y Gobierno “El estado y la gente de izquierda son los culpable y nosotros las victimas” Lastimosamente es así pagan justos por pecadores. Los indígenas NASA del Cauca fueron desplazados de sus tierras por la violencia, acabaron con las casas y las familias huyeron, para esconderse de las balas. Una población que padece el miedo de: paramilitares, ejercito, guerrilla y policía. Un trabajo premiado por CEMEX-FNPI en 2007.

Un oficio que corre riesgo porque aquellas zonas están latentes a seguir enfrentamientos entre la fuerza pública y los alzados en armas, pero la profesión no tiene esa barrera, se sabe luchar por lo que se quiere, se vive y se goza como lo hace el pueblo, el hecho de ser el medio jamás es enemigo de nadie.

A este país lo que le hace falta es cargar un buen equipo periodístico, caminar con el pueblo, hablar con los dirigentes o administrativos, preguntar y contar la verdad. No hay sentimientos, no hay creencias, no hay posiciones simpatizantes. Tras el periodista existe un hombre que siente y que piensa, pero ese hombre debe quedarse en la casa. El que se pone el chaleco implica ser el Medio, pero sin Miedo.

Una historia misma

Encerrada en un cuarto con aspecto de depresión, despeinada y su pelo teñido de rubio, una simple mujer que da la sensación de querer ser libre. No es un cuento, tampoco sé si es real, pero si sé que es la forma de hacer arte del fotógrafo argentino Diego Goldberg “persiguiendo un sueño” ganó en el 2005 a Mejor Trabajo fotográfico un premio de la Fundación Nuevo Periodismo.

El arte se da de diferentes maneras, porque así como existen los que pueden hablar, los que saben escribir hay quienes lo dicen todo con iconos, gestos e imágenes y en un siglo que se enfoca más a lo visual, es valido arriesgarse a hablar sin decirlo, pues si no lo sabían el 65% de la comunicación es no verbal y el otro 35% son palabras.

Goldberg le apuesta en su trabajo a cosas que no se ven hermosas, porque lo hace con mujeres sencillas y no tan bellas y esbeltas que no están en pasarela sino más bien en sus casas “persiguiendo un sueño”. Pues en otra exposición fotográfica aparece una mujer gordita aplanchando en un patio, alrededor jaulas con pajaritos y detrás de ella una ventana muy sucia y vieja. Él tendrá su propia forma de ver el mundo. Lo que es cierto, la combinación de buenos elementos será un buen complemento, para hacer fotografía.

No sé porque razón José Álvaro López del Diario Hoy del Salvador no obtuvo ningún premio con su buen trabajo fotográfico “los hijos de la 18” una realidad que toca a toda población con el pandillismo, jóvenes que se sumergen a la droga y el alcohol, y que sólo esperan que llegue el día de su muerte sin ningún temor. Es tan claro en las fotos, tan naturales que simplemente él registró cuando tenía que hacerlo.

Un buen gancho para hablar, para expresarse, una pasión o un oficio, una destreza o una habilidad, cualquiera que sea el motivo las fotografías pueden ser re-cuento de una historia o una historia misma. Todo depende del ojo critico que tenga el autor, de la forma que quiera ver y percibir el mundo y que más manejando la realidad en su estado natural sin alterarla, es lo mismo que en el periodismo la realidad refleja su misma realidad el autor en este caso el fotógrafo sólo la expresa.

Made in Bajo Flores
“Los pobres consumen más energía que los ricos”
El poder de las marcas
Buenos Aires – Argentina
Agosto de 2006

El trabajo no es deshonra, pero se deshonra cuando no se trabaja, es decir hay quienes abusan de lo que saben o de lo que hacen. Evadir impuestos, trabajar en lugares clandestinos no es otra cosa más que ser ilegal otra forma de robarle al pueblo, pero esta vez avispados viven de los bobos.
En Argentina Joaquín Cofreces hizo un detallado seguimiento de unas fabricas de textil, las cuales se realizaban en barrios pobres por lo que “los pobres consumen más energía que los ricos” un trabajo radial, investigado a partir de la desigualdad en el consumo de energía de dos estratos.
14 horas de producción en talleres clandestinos “fabricas de sudor” se violan todos los derechos del trabajo y como colmo se incrementaron las exportaciones de textil, pero nadie sabía cómo y de que forma. Porque los registros en Argentina no se demostraban como se disparaba la industria textilera.

Todo tenía un gato escondido en términos populares, pero este periodista no se quedo en la duda, inició la investigación y se encontró con la ilegalidad de fabricas textileras en barrios pobres donde trabajaban muchos, pero ganaban pocos.

El querer hacer las cosas implica acción, el periodista Argentino lo hizo con una crónica radial, datos, fuentes, fechas. Una historia que iba siendo narrada muy bien entendida, clara y concisa que fácilmente podía ser imaginada por el oyente. Una vez más queda demostrado que el campo del periodista es amplio y no se limita.